De repente me elevé con el viento. Corrí sobre sus cordilleras,sobre sus aguas corrí, lo corrí desde los párpados hasta el grito, desde sus tinieblas hasta sus desencuentros, y todo, todo era un vasto paraje incierto, pero yo lo corrí desde la piel hasta el esqueleto, de momentos pareciera que vivía, que corría conmigo o adentro de mí. Tenía la sensación a veces que el me buscaba para embarcarme en su eternidad.
(Agónico el momento en el que despertar puede ser una muerte diaria.)
Cosmonautas en este espacio.
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