El tiempo escribió nuestra historia sobre
el vientre de las hojas,
sobre el pavimento hecho ruina,
sobre la lluvia
sobre el cuerpo de la penumbra.
Y hemos sido una brevedad del silencio
un punto a media tinta
un te quiero simple
un simple te quiero escrito
con la sangre de los días
que has cortado
aquella tarde en
la que tu sombra y la mía
salieron de su cárcel
mientras moríamos de risa
y nos tomábamos las manos.
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