La vida a veces suele ser una fotografía en
negativo… al primer momento queremos con ansias comernos el mundo, salir volando con todos nuestros sueños en la
mochila, pero más adelante nos enteramos
por boca de otros de que el mundo es caníbal y que estamos solos. Entonces los
amaneceres se convierten en situaciones incomodas que tenemos que soportar a
diario, en un caso más específico, nosotros: Suena el despertador y tenemos que
sacudir el letargo, desayunar, ducharnos,
y mientras nos duchamos, nos cuestionamos,
yo me cuestiono todo el tiempo, mientras como, mientras me ducho, en un parque,
en el supermercado, en el colectivo, en
todas partes, todo el tiempo.
Los cuestionamientos funcionan
para identificar los abismos, los miedos, las soledades, nuestras soledades.. esas
pequeñas cuerdas que nos van amarrando lentamente al olvido. Es así como lo
rutinario se nos va volviendo una cadena compartida, un cruce de vías de tren, un jardín lleno de moscas y de recuerdos.
Son pocas las veces en las
que puedo llenar los vacios de alguna forma, un caer de hojas suave, una lluvia
que empape el alma por ejemplo, pero nunca es suficiente… nunca.
Admito que en las últimas
semanas vos querida has sido suficiente, encontré en vos ese pedacito de cielo desquebrajado que me hacía
falta para dormir tranquilo…después de tanto tiempo.. dormir tranquilo.. a la
distancia le tiendo mi mano, es suya, haga lo que quiera, lléveme a donde usted
quiera, pero por favor no me suelte que estoy volando a su lado.
Seré sincero, uno no puede
ser feliz todo el tiempo existiendo la tristeza, pero eso no importa ahora
cuando se es feliz, Es que usted con una risa me saca a bailar el alma y siento
que me desbarato, usted me desbarata y luego tengo que construirme sólo.
Usted, sólo usted es culpable
de que mis ojos estén bobos y que todo flote cuando camino, seré breve, a su
lado la música parece dibujar estrellas en un tono melódico, y no es que la necesite a usted para sentirme vivo, es
que la necesito a usted para sentirme vivo. Claro, estoy vivo, pero a veces
parece que estoy muerto, en un sentido más poético.
Dejemos esto como una
complicidad entre letras, un silencio en forma de grito, una unión de palabras
y vocablos que al pronunciarse suenan bonito.
Te quiero, te quiero, te quiero…
y ojalá nos alcance el amor para
construirlo entre ambos.
Finalmente todo se resume en
voz, en su pelo, en su boca, en sus labios, en sus manos, en su sonrisa, en
vos.
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